sábado, septiembre 27, 2008
domingo, septiembre 21, 2008
Esto de escribir diariamente aquí, fue un fiasco. Lo cambiaré pues por escribir en una libreta.
También, es quede pronto las cosas no fluyen como deben. Me imagino, que es por que últimamente no he leído casi nada y encontrarme en una estado de fastidio.
Necesito una novia creo, o algo, un cambio grande, no solo laboral como en el que estoy metido. Hasta eso, siempre he logrado separar muy bien esa parte. Digo esto en el afán de hacer la diferencia, desde la actividad de cambiarme la ropa justo al llegar del trabajo, hasta el como me llaman. "Ingeniero Jaime" ahí, "pollo" acá, en el mundo. Que en un principio me estaba dando algo, porque sentía que perdía identidad con cada Jaime. Ahora más bien pienso que me estoy convirtiendo en algo que es lo normal que pase, pero que no es lo que mas me gusta. Que no daría por irme bien lejos otra vez. Trabajar hasta el cansancio en un café mal pagado y vivir de sandwiches. ¿Es eso mediocridad? ¿Es eso conformista? Antes pensaba que sí, ahora no estoy tan seguro.
martes, septiembre 16, 2008
Día #8 Temo que nunca te irás
Naco, genio y figura. Y lo de naco, no tanto por camisas de fútbol en los respaldos de los coches o peluche en los tableros. No, naco, por ser casi gentilicio del barrio que lo vio nacer. El barrio bravo de Tepito.
Un nuevo ídolo se forjó en esas calles y ha llegado a las alturas de Infante, Cantinflas, El Santo y hasta la Doña; que seguramente se estará retorciendo en la tumba nomás de ser comparada con alguien tan por debajo de toda su elegancia. Con todo y que a la Doña le moleste, el que Cuauhtémoc Blanco se haya colado en ese exclusivo círculo de ídolos es innegable.
A diferencia de los demás ídolos mexicanos, no es el glamour, o el humor, o el físico o su misterio. Es la persona misma. Es un jorobadito que bien pudo haber sido nuestro vecino con nombre de “que bueno que así no me llamo yo” y que sin embargo llegó a codearse con gente que como cualquier fulano que somos no vemos ni siquiera de lejos.
Es entonces, el que la gente lo odiara tanto por ser águila y sin embargo ser coreado en la selección. El que metiera un puñetazo en plena cara a Faitelson. El que hubiera sido novio de alguien como Galilea. El haber ido a España cuando pocos lo hacían. El que hubiera regresado de una terrible lesión. El que haya anotado un golazo en un mundial. El que inspiró a miles con un emblemático movimiento de brazos. En resumen, el carisma de una persona que pudo haber sido uno más, y que sin embargo y a lo mejor sin quererlo, ha quedado grabado en la mente del pueblo de México.
Si estos fueran otros tiempos, Blanco se convertiría en alguien tan legendario como el general Villa. Se le adjudicarían toda clase de anécdotas y se ensalzarían cada una de sus victorias. No hubieran sido solo tres goles en el Valladolid, hubieran sido 15 de que menos y arañando el pichichi, no sería una cuauhtemiña sería una jugada irrepetible y fuera de este mundo.
Pero no, estamos en los tiempos en que todo se sabe y nada se inventa, en todo caso se manipula. Así pues Blanco se ha ido de la selección y le quedara poco tiempo para que lo haga completamente del fútbol.
Pocos laureles se llevó Blanco en su carrera, y sin embargo su triunfo más importante será el haber contribuido con la cultura popular mexicana tan de moda últimamente y que sin embargo, cada vez se diluye más por la influencia americana. Los cholos, nuestros cholos, sustituidos por chicanos. Los adornos hippies, por cadenas y gorras. Da gusto ver, en medio de esta gran transición, por lo menos la figura del Temo en las playeras de los adolescentes en vez de la de John Cena.
domingo, septiembre 07, 2008
Día # 7
Anoche tuve un sueño... mejor dicho una pesadilla. Bueno no sé, porque ahora al momento de escribir, ya no sé como es que se diferencían sueños de pesadillas. ¿Un sueño feo es considerado pesadilla aún y cuando no sientas miedo? o solamente un sueño que te hace sentir mal se considera pesadilla. Bueno en fin, tuve un sueño feo, pero no me incomodó.
Me encontraba en un pueblo chiquito, y al parecer era dueño de un antro muy tétrico de dos pisos. El piso de abajo era una moledora giagante de carne y el segundo piso era en realidad un ancho balcón que corría a lo largo de las cuatro paredes del antro y que dejaba a la vista la moledora.
La gente llegaba, y permanecía en el balcón, pero en algún punto y por alguna razón, me molestaban así que tomaba a la persona y la lanzaba por arriba del pasamanos hacia el primer piso, es decir a la moledora, que inmediatamente comenzaba a funcionar. Alguna que otra persona se me acercaba y me reclamaba por mis actos, pero en el sueño nunca hablé, simplemente la tomaba y la aventaba por los aires para triturarla. Finalmente acabé moliendo alrededor de 36 personas, y el pueblo enfurecido, tocaba a las puertas de mi casa con antorchas encendidas como en la novela de Frankestein. De algún modo y sin hablar los convenzo de que no es para tanto, y me perdonan la vida. Sin embargo cuando salgo al pueblo a pasear, sucede que me topo con miradas de recelo, y entonces como que si me pongo a pensar en lo que hice, pero igual y tampoco me siento mal.
Finalmente y depués de mucho (y de más personas molidas), en medio de un día lluvioso el pueblo entero me lleva una bebida con veneno para que lo tome, y yo que ya sabía que era, me lo tomo enterito.
Día # 6
Como muy seguido en la calle, creo que como cualquier buen mexicano en este país. En coches viejos y mugrosos, en carritos donde te sirven personas ya un tanto andrajosas, en lugares donde parece ser una zona de guerra. Y sin embargo, muchas veces uno sale bien librado, en el sentido obvio de no caer muerto por una intoxicación.
El otro dia fui a algo más decente, supuestamente, ya que acudí a la Fragua. Conocido restaurante potosino de tacos, que ya hasta da franquicias. Pues no les quiero platicar la intoxicada que me pegué. Lo peor, y eso creo que nunca me había pasado, era un dolorón de estómago que no me dejó dormir en toda la noche. Y como no podía dormir, la mente se puso activa, y no dejaba de pensar en el trabajo. Con lo que me gusta pensar en el trabajo, y más a la hora de descansar.
En fin, me hizo un poco de gracia pensar que los tacos de los mugres, o doña pelos, como a lo mejor los conocen algunos, y que están casi enfrente que la mentada Fragua, nunca me han caído mal; me han dado agruras por la infame salsa de habanero que ofrecen, pero bueno, eso ciertamente es por culpa del cliente y no tanto de ellos. Es más ni siquiera me hizo daño aquella apestosa torta que nos daban en el servicio militar, y en cambio un lugar decente y de renombre....
Por cierto ya analizando el porque de esta situación, y haber concluido de que fueron los tacos al pastor, supusimos que fue, porque el trompo de pastor está todo el día colgado ahí a la intemperie y ante las inclemencias de cualquier insecto, humano o escape de automovil.
viernes, septiembre 05, 2008
Día # 5
Hay ocasiones en que siento en que ya no existen más rostros. En que las personas ya simplemente se parecen a otras.
Todo pasa si se observa bien, y uno comienza a a pensar cosas como. "Aquel se parece a mi amigo Juan" o "Fulanita se parece mucho a menganita".
Existe algo aún peor. Y es cuando te encuentras a una persona con los ademanes de otra que es imposible que conozca. Por que igual entre amigos, existen gestos que todos comparten, pero no causan ningún conflicto. En cambio aquellos que tienen la mirada como la de alguien que conoces, tienden a incomodarme mucho.
Es un miedo irreal. Como si uno se pudiera asomar por las cuencas de los ojos, y descubriera que no hay nada. De hecho más que irreal egocéntrico. Porque luego pienso que igual y no existe nadie detrás de las caras. Y es que es muy simple pensar eso, ya que uno, o sea yo, ve el mundo de dentro de la cara hacia fuera, en cambio con la gente no se sabe, jamás podré estar detrás de la cara de alguien más para poder decir, a pues mira él también existe. Así que de pronto uno se siente solo atrapado entre un mar de gente que habla, camina, me hace sentir cosas, comparte ideas y sentimientos, y que sin embargo parecen planas.
miércoles, septiembre 03, 2008
Día #4, Del verbo correr
Hoy no fui a correr, me quedé en mi casa a darle a la bicicleta fija, en la oscuridad del cuarto de servicio. Cuando mi hermana no estaba, instale la bicicleta ahí, y era más fácil, ahora tengo que estar entre la ropa húmeda que se está secando allá atrás.
Y no fui, para empezar porque me distraje viendo una parte de la película "La supremacía Bourne". Bastante buena por cierto. Y no tanto la trama, sino en sí las coreografías de pelea y la acción, me parecen muy bien logradas. Si bien es cierto que me cae un poco gordo los movimientos bruscos de cámara para simular rápidez en las acciones, creo que en esta película no se abusa tanto de este elemento.
En fin, últimamente es interesante ir a correr, en primera porque el parque de Morales tiene una parte que da la impresión de haberse convertido en un pantano, y justamente el otro día me hizo gracia un labrador que muy animadamente chapoteaba en las aguas, hasta me recordó al famoso perro Jack (que por cierto no conozco).
La otra cosa interesante de ir a correr por ahí, es que habitan unos pájaros muy grandes en las copas de los árboles que me dan la impresión de ser de rapiña, como zopilotes o algo así. Cosa que me intriga ya que no veo muchas osamentas esparcidas por esa zona como para que aquellos carroñeros se alimenten. La tercera cosa interesante de trotar en esos lares, es que tiraron unos cuantos árboles viejos (quiero pensar que eran viejos) me imagino que por ser más un peligro que otra cosa; sin embargo dejaron los tocones de un tamaño importante, y hay varios artistas trabajando sobre ellos para crear esculturas, así que es entretenido ver el avance paulatino de las obras de arte. La cuarta cosa que llama la atención de hacer ejercicio ahí, es que por ahí de las siete y media llega para hacer lo mismo, una niña de pelo negro y tez blanca bastante bonita, que va escuchando música en su Ipod, y que corre un montón, porque le he contado unos 5 o 6 kilometros (comparados con los tres que yo corro y el estado en el que acabo, son muchos).
Todas esas razones, son por las que me gusta mas ir al parque a correr que hacer ejercicio en la bicicleta.
martes, septiembre 02, 2008
Día # 3, los audífonos del muerto
Hoy noté que los audífonos que uso para escuchar música son completamente redondos, y se meten enteros en la oreja. También sentí que eran cómodos aún y después de un largo tiempo. Finalmente pensé como es que alguien diseñó algo tan ergonómico.
Supuse pues que la única forma de hacerlo sería hacer un negativo del hueco de la oreja. Sin embargo el verter yeso líquido dentro de la oreja de alguien, podría resultar incómodo, ya que a final de cuentas es un hueco, y se podría correr el riesgo de que el yeso se fuera a meter hasta el cerebro o 'pior' tantito, que se saliera por la otra oreja.
La solución simple sería poner un tapón en la oreja para que el yeso no empapara la materia gris, sin embargo esta solución podría comprometer la calidad del negativo dada la presencia de un objeto extraño.
Así pues finalmente decidí que los moldes debieron de haber salido de cabeza y orejas de cadáveres, donde no se corra el riesgo de dejar sordo a alguien.
Y bueno, obviamente no solo una cabeza, sino muchas, las suficientes como para tener una muestra considerable de moldes-oreja, para determinar una forma general del hueco auditivo humano y así poder generar suficientes diseños de audífonos como para encontrar uno unitalla que genere confort al escuchar la música que a los vivos más les agrede.
No pude dejar de imaginar el montón de cabezas de cadaver sobre interminables mesas, con mazacotes de materia blanca incrustadas en cada oreja.
A lo mejor y es eso lo que hacen con las cabezas los zetas, no es tanto una muestra de poder, ni siquiera una muestra de maldad, mucho menos un mensaje bizarro, es puro negocio.
Las cortan, las ponen en hieleras sino elegantes, enfriadoras, y finalmente las exportan a compañías que fabrican los audífonos. ¿Cuanto les pagarán por cabeza? ¿Habrá distintos precios? ¿Las cobran por peso o por unidad? ¿Importará el tamaño de las orejas de la cabeza?.
No sé, pero igual y es lucrativo, con tanto rodadero de tatemas en este país, a alguien le ha de estar dejando algo, porque digo, eso es como artesanal supongo yo, llevará su tiempo, no podría imaginar que así nomás de buenas a primeras lleguen y ZAZ sin ni siquiera decir un agua va. No, yo supongo que se les hablará "Su cabeza, señor, forma parte de la materia prima necesaria, y repito señor, necesaria, para poder fabricar audífonos de alta calidad que satisfagan al usuario final señor".
......Igual y exagero, igual y no se necesita una cabeza para hacer un modelo, igual y se pueden hacer modelos de audífonos probárselos a los vivos, y después preguntarles "¿Que tal se sienten?"
lunes, septiembre 01, 2008
Día # 2, Los brazos sueltos
Aunque soy un homo sapiens sapiens, me cuesta mucho trabajo andar con los brazos sueltos, tampoco es que vaya con los nudillos en el suelo, pero generalmente pongo una mano en el bolsillo, o voy cargando algo, las llaves, la gorra o cualquier cosa, pero andar con el par de brazos pendulando de un lado al otro no.
Fido es de las personas que he visto que lo hace sin mayor problema, un caminar potente en el que eventualmente se lleva un puño a la nariz para restregarsela.
Poncho en cambio presiento es de los míos, generalmente lleva una mano agarrando la parte baja de la camisa.
En fin, pudiera describir el andar de muchas personas, amigos y no tantos, pero creo que con eso es suficiente como para ejemplificar lo que digo.
Es casi lo mismo que al bailar, necesito forzosamente un vaso en la mano para poder agitar el cuerpo armoniosamente. No importa que el vaso esté vacío, pero algo debo de traer.
Entonces, ¿que es esa obsesión de traer los brazos y las manos ocupadas?, no sé, pero existen más manías en relación a los miembros superiores. Como por ejemplo el lado único para el que uno cruza los brazos; se siente incómodo y raro hacerlo de manera inversa a lo habitual. Lo mío es el derecho encima del izquierdo, sin embargo no sé que pasa con la aparente simetría si lo hago al revés (el izquierdo arriba del derecho), se vuelve incómodo.
Ni que decir de los lunares. Esos puntitos de melanina que están regados a lo largo del brazo sin razón aparente. Sin embargo, me he puesto a unirlos de distintas formas, triángulos sobre todo, y puedo decir que en mi brazo izquierdo se forma una torre eifel. En el derecho nada en realidad, triágulos solo, un papalote tal vez, pero nada así de extravagante como el ícono francés. Y es que no tengo tantos lunares en el brazo derecho.
Luego están las zurdas, utilizando 'el brazo del mal' como se le llamaba antes en tiempos antiguos y supersticiosos, sin mencionar el muy atractivo concepto que los zurdos utilizan el hemisferio derecho del cerebro, es decir el imaginativo y tal. Me predispone siempre a pensar que estoy frente a un talento en bruto para el arte. Como aquella postal de vida, donde Silvia bebía tranquilamente su café mientras escibía con ese estilizado brazo izquierdo sobre un montón de hojas amarillas. Hada que la apodé, bastate ñoño, pero bueno en aquellos tiempo era todavía más teto.
Por último están las famosas líneas de la vida en la mano, que si la de la muerte, que si los hijos, que si los problemas, que si las alegrías. Nunca he hallado a alguien experto en eso de la quiromancia, pero igual y tampoco lo he hecho en ninguna otra clase de tarot futurista.