Porque los pensamientos no se leen, primero se escuchan, luego se escriben, y entonces sì, se leen.

lunes, diciembre 31, 2007


"... te voy a presentar a alguien..."

Por alguna razón a la gente le gusta presentarme personas, para empatarme según ellas, cosa un poco difícil para lo quisquilloso que soy en los aspectos sociales, pero bueno tampoco me niego a la idea.

Resultó ser una mujer muy guapa, (los demás adjetivos, no los menciono, pero basta decir que me llenó los ojos y la razón)

Salimos pues, y un detalle destacar fue, que mientras ella hablaba por teléfono, yo empecé ha hablar solo, no por que quisiera, sino por que ya me es natural. "¿Estás hablando sólo?". Y la verdad es que ni siquiera me di cuenta, no me quedó más que decir "...pues depende ¿eso es bueno o malo?...". Del resto, se pudiera decir que me la pasé muy bien, cosa que quedó sentada gracias a mensajitos post-café, tan levantadores de ánimo cuando uno siente que a lo mejor ahí quedó todo.

Me tardaría mucho en explicar el porque de mis percepciones, pero todo se resume a aquella frase de la canción de Arjona "¿que hace un taxista seduciendo a la vida?".

Por múltiples razones. Lo que me queda son las películas, que yo sé, dan falsas esperanzas, pero pudiera ser una historia de "When sally met harry" (por las distancias más que por como se da la relación) o como "Before sunrise" y su complemento "Before sunset" (por ser, hasta ahora, una única ocasión en que nos hemos visto). ¿para que busco similitudes? ¿que trato de justificar?, esa manía de andar buscando señales.

En fin, por ahora se pudiera decir que hacía rato no me movían el tapete así, Miriam, que fue la última, pero lo mismo, la geografía con sus latitudes y longitudes.

En fin...

Vi a Álvaro, y ya le entregué la carta que me encontré en mi casa, tenía muchísimas dudas acerca de lo que pudiera decir, ya que según Álvaro por la dirección, tenía al menos 3 años. Gûacala, hubiera sido mejor haberme quedado con la eterna duda, antes de saber que decía. Que si mi primera obra de teatro, que si mis sueños de cineasta... cuantas ilusiones tiene uno cuando es más chico (y que pocas he realizado...) ahora la verdad es que las tengo contadas y de escasa imaginativa. Uy, nómás de pensarlo hasta me dan ñañaras.

También mi hermana me regaló el libro de "La casa de las dos palmas", que probablemente a menos que me esté leyendo alguno de mis amigos colombianos, poca gente sabrá lo que significa. Me dió mucho gusto, por que bueno es un libro que no he leído, y me hizo añorar mis amistades londinenses, que ahora parecen ya fantásticas (en el sentido irreal de la palabra).

También vi a Burro, o Cano, como lo conozcan algunos. Me dio mucha alegría verlo, pero cada que lo veo es acordarme de Caco. Y de eso no tengo nada más que decir, que lo que escribo de Caco, generalmente es para mí. Solamente es un recordatorio.

Leautaud por otro lado me habló, para ver si ibamos a comer o algo. Fuimos a las buenas tortas del Tío (por santos degollado antes de llegar a Reforma), las cuales eran muy socorridas por Mauricio y por mí allá en nuestros 18's cuando ibamos al servicio militar. Básicamente está bien, y lo suyos también, lo cuál es bueno, por que aunque hace rato no me junto con él, si fue muy buen amigo en sus tiempos.

A todos me dio gusto ver y recordar, pero por ahora sí me quedo con la personita recién conocida, recordándola y esperando volverla a ver.

Por cierto feliz año. Yipiyap! que dijo Bruno. Ya saben que ese correr del tiempo me desagrada en demasía, a ahogar los minutos en alcohol pues!

martes, diciembre 18, 2007

A mis compañeros




Hay días importantes en nuestras vidas que tenemos la facilidad de recordar. Cada quién los alberga como tesoros personales muy distintos de los de la persona que tengan al lado, pero les puedo apostar que todos recuerdan por ejemplo el día de su primer beso, el día en que supieron que santa claus no existía o los días en que han reído tan fuerte que hizo que les doliera el estómago. Estoy seguro que van a recordar también uno que otro día en el salón; alguna puntada, algún examen, algún maestro, alguna carcajada. Y hasta me puedo aventurar a decir que el día de hoy también lo van a recordar.
¿Qué tiene en especial el día de hoy? Se preguntaran, me parece que hoy, después de mucho tiempo nos hemos convertido en adultos.
Mañana nuestras responsabilidades ya no serán las mismas, mañana no podremos decir “¿quién estudió?” o “¿quién hizo la tarea?”. Nunca en nuestra existencia la frase “mañana será otro día” había adquirido tanta importancia.
Me gustaría decir que fueron cuatro años y medio de universidad, para mí personalmente fueron más.
Yo entré a esta generación como un extraño, y con el propósito de estudiar una carrera, tengo que confesar que hacer amigos no estaba dentro de mis prioridades.
Pero lo planeado no siempre sucede y en ocasiones hasta es benéfico.
Sí, acabé una carrera, pero los que yo esperaba llamar compañeros al final, ahora afortunadamente puedo llamar amigos. No sabré pues cuál es su helado favorito, o si les gusta ir al cine, o si prefieren el frío que el calor, o si les gustan las zurdas como a mí. Simplemente no sabría decirlo. Pero sé que Favela me va a explicar photoshop si lo necesito, sé que a Mariana no se le puede contar un chisme por qué ya se los sabe todos, sé que María ve la vida de una manera más fácil que todos los demás, sé que Augusto nunca me va a negar una cerveza, sé que García Garza se sonroja con facilidad, sé que Marilú va a sonreír aún y cuando se le venga el mundo encima, sé que Lizette va a llorar el primer día de clases de su niño, sé que a Omar lo van a saludar todos si se lo encuentran algún día, sé que Vallarta va a poner su negocio aún y cuando cueste un millón de pesos, sé que Oscar nos pasó la tijera diariamente por cuatro años y medio, sé que Nancy va a seguir yendo al play sin importar que tenga que trabajar al día siguiente, sé que Lizet es más grande de lo que todos creen, sé que Aída seguirá luchando por ser modelo, sé que Coche siempre tendrá algo que platicarnos, sé que Marcela tiene una madurez que todos envidiamos, sé que Jessica es escaramuza y que algún día la veré en algún evento, sé que Alejandra tiene muy claro lo que quiere y trabaja por ello, sé que Diego va a encontrar tiempo para ayudarnos si lo necesitamos, sé que a Manolo lo van a recordar por su carcajada, sé que Mena será algún día político, sé que Caro consigue lo que quiere, sé que Daniela ya conoce Estocolmo y no volverá a ir, sé que Grey Forzán ni me está poniendo atención y está pensando en otra cosa, sé que Lety pety pasa más tiempo en youtube del que hubiera pensado, sé que Shangai nos ocultó la existencia de una serpiente en su terreno para que todos fuéramos al campamento, sé que Pili nos tiene más afecto de lo que pensamos, sé que Diana tiene videos de nosotros que a lo mejor debería de borrar, sé que los que ya no están en el salón desearían estarlo y sé que en este peludo servidor pueden confiar si necesitaran algo.
En fin, sé más de ustedes de lo que hubiera esperado.
Amigos, me gustaría decirles que todo va a estar bien, que van a lograr todas sus metas, que sus vidas van a estar llenas de amor y felicidad, que no va haber problemas en absoluto, pero no puedo, la vida no es así.
Habrá algunos que no vuelva a ver y por eso antes de que eso suceda quiero dárselas. Las gracias obviamente, por que de cada uno aprendí algo y de cada uno me llevo un recuerdo.
Hace tiempo leí una frase que decía “ La generación que el mundo no cambie, es la generación que va a cambiar al mundo”. Mucha responsabilidad para unos cuantos graduados, pero les puedo decir que por lo menos a mí me cambiaron, por que la verdad estaba muy nervioso con el ceneval y ya estoy más tranquilo.
Así que les deseo, no mucha felicidad y éxito, sino un mejor y honesto “buena suerte espero que les vaya muy bien”.

martes, diciembre 04, 2007

Pollito y el lobo


Llevaba un buen rato sin hacerlo. El tiempo ya no es el mismo y el uso de coche, pues facilita los recorridos. Así que no recuerdo muy bien cuando había sido la última vez que me fui caminando de mi casa a la de Mauricio.

Tampoco sé cuantas veces he recorrido el mismo camino en total, pero fueron casi dos veces diarias por años. En esos escasos doscientos metros vi crecer y envejecer a un par de Dobermans que al principio intimidaban, pero que luego ya ni siquiera me ladraban, creo yo por la cotidianidad de ver un niño pasar.

Recordé pues lo mentiroso que era, bueno 'metiroso' no, que es una palabra muy fea, lo 'imaginativo' digamos.

Me dio una época en que antes de llegar a casa de Mauricio me echaba tierra en la ropa y aclamaba detalladamente que me había agarrado a golpes con unos pandilleros en el camino. Que me acuerde fueron varias 'duras peleas' las que tuve.

También inventé la genial historia de una maquinita de arcadia nueva y ultramoderna en circus-circus, donde de manera virtual uno se convertía en tortuga ninja y combatía junto con otros ocho jugadores los diferentes niveles del juego. Todo esto pasaba en un 'cuarto secreto', detrás de la maquinita de Gilligan, ensalzé tanto el cuento, que Mauricio me llevó a plaza Tangamanga a jugar, claro que lo único que consiguió fue echar abajo mi historia.

Dentro de esa bola de fantasías tembién me acordé, de una que fabriqué en España, me parece que con unos primos de Valencia, donde de alguna manera les narré como era que Dragon Ball z (muy popular en España por aquellos tiempo) acababa, claro, yo de Dragon Ball no sabía ni que era el kamehameja, pero la sonrisa de satisfacción de mis primos me indicó que lo hice muy bien (o a lo mejor que me cacharon y sólamente les hacía gracia).

Todo eso recordé en los cinco minutos que me toma recorrer ese camino y me asaltó una duda muy grande ¿Por qué lo hacía?.