Porque los pensamientos no se leen, primero se escuchan, luego se escriben, y entonces sì, se leen.

miércoles, marzo 28, 2007

Tira pa' lante... o al monte...


Escucho por mientras 'Alegría' del cirque du soleil. No que escuche pura música intelectualoide, porque cerca en el winamp está 'procura' de chichi peralta, y un pelin más arriba el buen Chava Flores.

Corrí mucho, afortunadamente detrás de un balón, junto con otros que también hacían por el y con una persona que indicaba lo que era correcto y lo que no lo estaba.

Sí, ahora he escogido la de 'dance with the devil', se me ha hecho costumbre escribir junto con música electrónica. Manías que agarra uno.

Me llegó la inspiración, y no en sí de una idea en especial, sino de hacer las cosas, ponerme a trabajar sobre un proyecto al que solo falta ser escuchado con atención, pero es dificil con tanta voz. Una, como disco rayado no dice mas que 'fish,chips, cup of tea, bad food, worse weather, Mary fucking Popins...', otra puberta seguramente 'llamale...¿que pierdes?...llamale' lo malo es que no dice a quién, una al fondo con voz de tenor 'nooooooooooo', aquella que parece venir del interior de la oreja derecha 'Entras, robas, dejas tu marca... o a lo mejor organizas una guerra civil... ¿que tal morir de dos tiros? de héroe... ', la que desconcierta pidiendo cosas malas 'pégale...pégale muy fuerte...', y otras tantas perdidas que me parecen no alcazan a formular enunciados coherentes, pero que hacen barullo, pero ahí está la del lado izquierdo, la que me cuesta trabajo escuchar 'de atrás pa' delante, y de delante pa' tras, y ahí en un punto intermedio se encuentran, ligándo algo que nuca va a ligar...'. Uy, hasta me acor´dé de aquel libro que nuca leí Cybil, que creo se llamaba
En fin... muchas gracias Issa. Aunque no lo llegues a leer.

lunes, marzo 19, 2007

Quitar, para tener


Los acertijos, en alguna etapa de mi vida, me llamaron suficiente la atención, como para tratar de conquistar a alguien a través de ellos. Eso, como es fácil de suponer, no funcionó. Sin embargo, mi gusto por ese tipo de cosas permaneció.

Hace ya casi dos años que Aristeo me dijo "1001 en la literatura latinoamericana. En un autor. Cuando lo leas te acordarás". Aquello no tenía tintas de dilema, sin embargo con el tiempo, me obsesioné con aquella idea. ¿A qué se refería?¿qué enseñanza había detrás del 1001?.

Hace ya casi dos años comencé la búsqueda de aquel número. Primero através de los que sé son gente lectora, y me parece que Álvaro fue el único que me había dado la referencia de Borges, sin que me pudiera ayudar a descifrarlo.

Hoy, ya por terminar un libro de cuentos de Borges, y no con afán de buscar el numerito, sino más bien por matar tiempo (perdón si alguien se ofende con lo de 'leer a Borges por matar tiempo'), fue que apareció en varias ocasiones el número 1001; y específicamente haciendo alusión a las mil y una noches.

Ninguno de esas menciones en los distintos cuentos revelaban algo que me pudiera cuadrar. No fue sino hasta en el último cuento, el sur, que el asunto tomó forma.

Ese cuento es en palabras del autor - mi mejor cuento-, cosa que de entrada me llamó la atención, no porque Borges se sintiera orgulloso, más bien porque es una decalaración que dada la enorme cultura que le atribuyo a Aristeo, tendría cabida.

Leí el cuento cuatro veces. A grandes rasgos y sin profundizar en este resumen, trata de un tipo que va a la parte Sur de Argentina, donde además de ser la parte austral del país, es el pasado del mismo. Ya en aquella región, y depués de haber disfrutado su travesía -cargando siempre una copia de las 1001 y una noches-, el protagonista, se enreda a palabras con un peón de rancho y cuchillo en mano deciden resolver el problema.

Ahí acaba; pero sabes que el tipo va quedar degollado.

Antes de tomar el cuchillo para enfrentar al peón, Jorge Luis escribe:

"...Salieron, y si en Dahlmann no había esperanza, tampoco había temor. Sintió al atrevesar el umbral, que morir en una pelea a cuchillo, a cielo abierto y acometiendo, hubiera sido una liberación para él, una felicidad y una fiesta, en la primera noche del sanatorio, cuando le clavaron la aguja. Sintió que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado.

Dahlmann empuña con firmeza el cuchillo, que acaso no sabrá manejar, y sale a la llanura."

Sin esperanza y sin temor, que dice. Aquello del 1001, salió en casa de Victoria -ahora de Aristeo también- en Wimbledon, en medio de una barbacue, y despues de haberle pedido que plasmara un pensamiento en el libro de pensamientos que cargo cuando viajo. Iba yo regresando de mi viaje.

La solución del acertijo, si es que lo es, no tiene que ver con el fondo del cuento, ni tampoco con el 1001 - esto creo yo, fue la referencia más fácil pero a la vez acertijable, para buscar-, es aquello que ya me agrada como se escucha. Sin esperanza, sin temor. Algo que en aquella noche de carne asada en un jardín, a mí, me sobraba. Hoy, dos años después, tengo esperanzas y temores, y no por eso soy más feliz. Tendré que pensar pues, en des-esperarme un poco y recuperar una valentía basada en ser más impulsivo, para poder algún día morir de una forma tan heroica como a duelo con cuchillos.

domingo, marzo 11, 2007

Una


Después de a lo mejor unos tres años (y es que no me da ninguna gana sacar cuentas ahorita), es que tengo fines de semana libres. Me propuse salir de viaje tanto como me fuera posible en esos días, y de alguna manera lo he logrado. Una boda en Santa María del Río (cuna del rebozo) donde, como embajador del buen bailar, derrame gracia y gallardía al puro estilo del pasito duranguense. Boda que por cierto acabo de buena forma, a diferencia mía que acabe haciendo desvaríos en la habitación del hotel. Fiesta de quince años en Zacatecas, que me hicieron recordar aquella vez que visite la ciudad para presenciar obras de teatro callejero. Piruetas en fachadas de iglesias, desnudos integrales en plaza de armas, un barco gigantesco en alguna calle con nombre de héroe nacional. Este fin de semana, el rally en León, que si bien es cierto que los carritos no son lo máximo para mí, tiene su encanto el acampar y sacar las - disque - fotos artísticas de la jornada.

En fin, es bueno cambiar de aires y tener la sensación de libertad de vez en cuando. Y eso que no me siento encerrado o frustrado -estrictamente en ese sentido-, pero echa a andar ciertos pensamientos.
No hay angustia por ahora en mi cabeza, y esa falsa tranquilidad es lo que me tiene preocupado. Como si me faltara algún nuevo pensamiento que entretenga la mente. Estuve en estos días, y gracias a la correspondencia virtual con Álvaro, pensando acerca de la literatura, especialmente de la mía (!Uy!, que bien se siente decir eso, 'mi literatura', de pronto toma vuelos excluyentes que me hacen sentir todo un artista). Que si Ibargüengoitia -al cual recomiendo ampliamente-, que si Fuentes, que si un étcetera que no viene al caso comentar, en cambio prefiero tratar de apuntar una vertiente y que tiene que ver justamente con la 'inmortalidad' de lo que pueden ser mis letras. ¿Lo serán?. No sé, lo intento.
Si bien es muy interesante el punto (obviamente para mí), lo que necesito es otro tipo de voces en mi cabeza. Me hace falta una persona, alguien que, como algunos, han influido a intervalos en mi vida de manera -creo- positiva. Alguien que me inspire. Podría ser una Luima, o una Mariana, o una Daniela. Y sin embargo no, por ahora me gustaría más alguien que alimente mi intelecto, alguien de ideas hechas y derechas; un Mateo, un Juan Carlos, un Caco, una Paula, Un Llamas, un Álvaro, una Sarah. Y sin embargo, tampoco, porque cada quien fue distinto, cada quien me dió que pensar, si hubiera otra persona igual se diluiría la personalidad anterior. Y si es así, ¿donde dejo a los que me fortalecen cotidianamente? . Una Annie, un Fido, una Kikis, una Nuria, un mi papá, una mi mamá, un Pedro, un Mauro, un Leto, un Chino, un Poncho, un Eve, una Ely... un todos. Y no, va a ser que tampoco así.
Busco alguien llamado Un, mejor a-ún, que se llame Una.