!No llores por mí Argentina!... o bueno, !no lloren por mi cibernautas!...no...!no llores por mí México!
Hoy fui llamado egocéntrico.
Me llegó a lo más profundo de mis entrañas. Subió como gastritis, y acabó como sabor de grano de café en la boca.
Y es que no me considero así, aunque al hacer tantos estragos en mí la declaración, comenzé una búsqueda de datos secundarios (diríamos en merca) acerca del tema.
Fui a las fotos que tengo en la web, y las comparé con las de otros. Si...al parecer aparezco mucho en las mías, muy poco arte realmente. Después fui a mi blog, este que están leyendo precisamente. Pues bueno que mejor prueba ¿no?.
Finalmente, para los datos primarios, opté por una instrospección, y hallé con disgusto lo que ya sospechaba, que sí, soy egocéntrico.
Creía firmemente que haciendo cosas por los demás, aunque estos jamás se enteraran, de cierta forma compensaría el lado egocéntrico de la persona (en este caso mí persona), pero al parecer no, una cosa no tiene que ver con la otra.
Así pues, declaro cerrado este blog, por lo menos hasta el 25 de Octubre, para pulir estos indicadores de lo que pudieran llegar a convertirse en patrones de personalidad no desados, y entonces meditar si es lo correcto tener un diario abierto.
Por lo pronto regreso a la vieja libreta y a la pluma.
Y para rematar el punto, ahora no sólo egocéntrico, sino ególatra además, les digo que puedo imaginar escuchar sus vítores y aplausos desde cada una de las computadoras donde se encuentren, mientras yo, como en discurso de despedida a la Michael Jordan, digo gracias por sus más de 200 visitas y haber leído esto, que había sido una catarsis para mí. A lo mejor no es adiós, pero por si las dudas. Adios.
Atte.
Pollo