Manchas y manchados
Issa Lòpez.
Un nombre nuevo en el ambiente cinematogràfico comercial, pero que buena es. Y como ya he hablado de mis envidias, no dirè nada màs.
Fuimos a Ocampo, a celebrar el cumpleaños de Flor la amiga de Kikis. Y a mì, invariablemente, cuando no me encuentro en mi ambiente, cuando estoy fuera de contexto o simplemete entre personas que no conozco muy bien, me siento como una gran gota de tinta china, esperando ser dejada caer a las diferentes hojas en blanco que son los que me rodean. ¿Como serà la mancha que deje?. En algunas hojas, la mancha lucirà, se verà bien plasmada ahì, un tanto armonioso el juego del blanco y el negro. En otras, acabarà siendo un manchòn casi surrealista, tratando de buscar alguna forma que le de sentido a la nueva obra, a una mancha desfigurada que quiere parecer algo, pero no acaba de convencer, como nube amorfa. Y en otras, la gota simplemente no puede marcar el paepel, a lo mejor por ser un papel enmicado o tambièn, porque no, la tinta no es la adecuada.
En otras cosas, la ausencia de mi hermana y mi mamà, se empiezan a notar en la casa. A la primera, porque desde allà sigue siendo reina, ya que ni siquiera he podido mudarme a su cuarto, que de hecho ya està medio clausurado, asì que si antes nadie se metìa a sus territorios, ahora menos, es como si hubiera uno de esos letreros bien grandotes "No traspassing". Y a mi mamà, pues basta decir, que antes, en palabras de ella "...hay de todo, jamòn, queso, salchichas y pan...", y ahora no hay nada, siendo que aquel todo me parecìa nada. Unas salchichas que estaba viendo con cierto recelo, cuando mi papà me dijo que estaban buenas, que mi hermano ya se habìa comido una, la idea no me acaba de convencer, porque al tacto eran un tanto pegostiositas, cuando en un golpe de vista, veo que su consumo preferente era una semana atràs. Pero bueno, a los niños, ni les pasa nada, y si les pasa, pues no es màs que un chorrillo de tres dìas. Asì pues, nos estamos apañando como podemos, con olores de pasta con mariscos en el refri, gracias a que Estefana metiò sin tapa el topper, o con las siempre buenas y nada nutritivas donas glaceadas del HEB. La nada de una madre, es incomparable.
2 Comments:
Cómo me haces reir Gordo!! Dile a mi papa que porque no prepara sus famosos y bien ponderados OMELLETES! jajajajja
12:16 a.m.
La nada a veces esta MUY bien....Un abrazo desde Parìs.
12:33 p.m.
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