De golpe y porrazo me encuentro en una encrucijada mental.
Podria empezar por el principio, pero eso mismo me da la opcion de no hacerlo. Asi que no lo hare. Lo que voy a hacer, es mencionar que una magica noche antes de volar a Londres, la presion me quebro un poco.
Cuando no se ve a alguien por un tiempo, al volverle a ver, los cambios resultan obvios. No solo los muy apreciables kilos de mas (reflejo de un dieta a base de tacos y tortas) sino tambien para los mas observadores, las variantes en la personalidad.
Pablo Mateo hizo un comentario que me sumergio en autoanalisis. “Te ves mas serio Pollo…”. Si me lo dice cualquier-persona, asi como me entra por un oido me sale por el otro. Mateo no cae en esa clasificacion.
Esto, combinado con aquella noche me trae un poco distante. Cambie, de eso no hay duda, pero, hacia donde?
Y aun cuando la idea existencialista no tenia mucha forma, resulto convertirse en una bola de nieve, ya que agarro de bajada a una platica que mantuve con un personajazo.
Alex, pacheco o como mejor apodo Juan Carlos “profesor”. Colombiano con todos los estudios imaginables en administracion, de corta estatura, sencillo y al parecer sin complejos.
Las diferencias entre el y yo, son bastantes, pero me parece que se puede resumir tan solo con decir que mientras el ve el vaso medio lleno yo lo veo medio vacio.
La bola ya tenia bastante masa y fuerza como para dejarme pensando un buen rato, cuando pacheco hizo la pregunta de los $64 000 “Que piensa hacer en el futuro?”, y yo con la respuesta de – las-ti-ma-margarito- “pues no se…”.
A esa pregunta ya la tengo bien medida y no me agarra mal parado, pero lo que yo no me esperaba era el jab de derecha “Si sabe, pero no se ha dado cuenta…”
Ah! Chinga!. Ese llego al higado. De verdad ya lo se?
Hablamos de los porques y objeciones, de los comos y limitaciones, y despues de tanto toma y daca, donde a veces estabamos de acuerdo y en otras no, me lleve un pensamiento nuevo que acabe rumeando parte de la noche “no es no puedo, sino, por que no puedo…?”
De pronto ya no veo el vaso medio vacio (por supuesto que es muy rapido para verlo medio lleno), ya lo veo a la mitad, y eso, no tienen ni la menor idea de lo dificil que es para mi.
Pero bueno, voy a dejar en paz mi muy inalcanzable burbuja, para pasar a un plano donde se me paga £4.8 la hora y pago £60 de renta.
Mi nueva vivienda me queda a un cuadra de mi trabajo, por lo que me parece fenomenal, sin embargo, como va pasando el tiempo, surgen nuevas incomodidades. La numero uno y mas lamentable es que no haya horno en la cocina. No es que fuera hacer yo un pato a la orange, pero las muy economicas y llenadoras pizzas de a pound no tienen cavida sin uno. La dos, es que tenemos por vecinos a un trio de tufurufus turcos con tradiiciones medio raras (por no decir antihigienicas y desagradables). Gracias a ellos el banarse se ha convertido en todo un reto, y es que el agua no se va muy bien, por lo que la pequena regadera se inunda en cuestion de minutos. Si alguien se descuida algun dia, el agua llegara hasta nuestros aposentos y mojara nuestras valiosas pertenencias. De veras, de por si estan devaluados los turus, y estos todavia le echan lena al fuego.
Eso es por el lado de la vivienda. Por el lado del trabajo, las cosas han ido bien.
Un par de pequenos descuidos mios, me han provocado bastante risa.
El primero fue que, cuando andaba sacudiendo una mesa a la buena usansa mexicana (esto es, de diestra a siniestra a base de trapasos), el trapo se me resbalo y salio cual proyectil a la cabeza de un cliente (pelon para acabarla de chingar). El trapo poco menos que asqueroso, acabo justito en la calva del pobre senor que rojo de ira no me dijo otra cosa mas que “how discusting!” agarrando sus chivas, y yo supongo, nunca regresar. Lo bueno es que nadie vio, asi que solo me rei un rato.
La otra fue que, un disco de musica mexicana que traje, acabo en el sonido local del café. De repente nada mas se deja oir por los altavoces al son de la tambora y con voz aguarrientosa “Vengo a decirle a la que nooo me supo amar ¡que chinge a su madre!…” Uyuyuyuyu. Quien diria que en un pretencioso café londinense de alto pedorraje se acabaran escuchando tales vulgaridades. Reirme fue poco, cuando una de las clientes mas posh que hay me dijo algo asi como “que bonita musica”. Si, si supieras lo que dice.
Por ultimo, falta hablar un poco de la vida social.
Mauricio me dejo boquiabierto al mandar las ensenanzas de Mahoma por un tubo con eso de “Si la montana no viene a Mahoma, mahoma va a la montana”, ya que no busco trabajo, y sin embargo ya tiene uno. De que hay gente con suerte, la hay.
Y por otro lado, ya empece con mis enamoramientos de verano (de verano es mucho decir, diarios seria la palabra indicada). Pero la verdad si pocas veces intento algo, ahora menos, porque resulta que esta enamoradisima de su exnovio de siete anos, y yo, como para ponerme a sacar otro clavo, necesito un martillote, y la chava no es que me haya quitado el sueno.