Skuiket!

Sevilla y Cordova, estuvieron geniales.
La catedral, el Alcazar y la plaza de Espana en Sevilla, son cosas de las cuales no tenia mucha nocion hasta que las vi con estos ojos que se han de comer los gusanos. Tambien, la tumba de Cristobal Colon (que diablos hace el pobre fulano por aca? por que no se lo llevaron a su tierra?), al cual dije "Hola", porque en algun lugar lei que el hijo queria que lo saludaran o algo por el estilo.
Claro que al ir con una mujer viajando, el tiempo que se invirtio en conocer la ciudad, se redujo para destinarlo al arte del 'shopping', ya que despues del chasco que es ir a las instalaciones de la expo 92 y soportar un calor que rozaba los 45 grados, el turistear se vuelve pesado, y ni que decir de la siesta espanola, de 2 de la tarde a 5, la ciudad parecia pelicula de exterminaciones masivas. "hay alguien ahi...?". No hay nada. Solo le faltaban cuervos a la imagen.
Comimos en lo que se convertiria en nuestro "restaurante" favorito, llamado los 100 montaditos. Un baresito que sirve 100 tortitas diferentes a un muy razonable precio, con guarnicion de grasosas papas sabritas. La cena de los tres dias fue un poco extravagante. La primera fueron unas "improvisadas" tortas de atun y caballa, con jitomate y demas, en la terraza del albergue, bajo envidiosas y hambrientas miradas de los demas habitantes. La segunda fue una hamburguesa llamada "yupi" (casi tan escueta como las de Mcdonalds) en un restaurante mexicano. Y la tercera fue un litro de chocolate junto con 4 panesitos de dulce. Hubieran visto la sugar high que me dio, no podia dormir y solo daba vueltas en la cama.
Justo cuando nos disponiamos a partir para el albergue (y no, no era gratis, ni de mendigos, pero es que si no le llamabamos asi, nadie nos entendia), que vemos pasar a una pequena banda potosina. Que pequeno el mundo es. En fin...
De ahi partimos a la pequena ciudad de Cordova, donde la 'main atraction' es la mezquita que data del ano de la cachetada. Hay otras cosas, pero la verdad es que ensalzan mucho dos paredes. El hostal de ahi no pudo estar en mejor lugar, en el mero corazon del area a conocer y con desauyo incluido. El desayuno que se incluye, es UNO por PERSONA, pero mi querida hermana, en un acto de extrema inteligencia (o extrema gandalles), agarro su bandeja vacia e hizo un refil de todo el
petit-dejune. Cafe, jugo, pan, jamon, mermela y hasta la madalenita como postre.
En la noche nos enteramos de que habia Flamenco gratis... y como a la gorra no hay quien corra, pues ahi estabamos. El flamenco la verdad es que me cuesta entenderlo un poco, no se que digan las canciones, pero deben de ser tristimas, mucho mas que las de trova. El canto es puro lamento (desde mi punto de vista), unos alaridos barbaros que eran festejados con "oles" cada vez que el cantante se ponia casi morado por la falta de aire.
Dejamos Cordova, para ir al pueblo de mis abuelos.Familia, descanso, comida y borracheras....! que borracheras!