Porque los pensamientos no se leen, primero se escuchan, luego se escriben, y entonces sì, se leen.

lunes, septiembre 24, 2007

Ce tout Marcel, ce tout...



Se murió el que dicen, fue el mimo más grande de la historia. Cosa que no me extraña. Digo, todos han de morir tarde que temprano, sea el Marcel o sea el Pavarotti (que en ojos de varias abuelas, estaba BIEN sanote, por lo gordo).

No es algo que me haya quitado el sueño a decir verdad, por que yo de su existencia, apenas me enteré ayer, el día de su muerte. Sin embargo captó mi atención las imagenes, y la curiosidad me llevó a investigar acerca de lo que parecía su peculiar vida. Y digo peculiar, en el sentido mudo de su arte. Un arte mudo, paradójico el término.

A grandes rasgos (y sin hacer mucho honor a su memoria, lo siento) anduvo en la guerra, entró a una universidad muy prestigiosa de artes, y básicamente se hizo famoso.

Esto me hizo recordar comentarios de Mateo y Esteban acerca de la falta de héroes ficticios en la actualidad "...que ya no los hay como antes...", y es que más bien el señor Marceau, tenía ese aire de héroe, en su calidad de artista. Igual que Pavarotti, y que ciertamente ya no los hay. Me pongo a pensar acerca de la gente que puede llegar a ser eso mismo en un futuro (eso si el global warming no acaba con aquel tiempo por venir), y desgraciadamente se me viene a la mente la estúpida de la Hilton, y la igualmente estúpida de la Spears. No quiero ni imaginar el día en que la muerte las mande directitamente a la inmortalidad. En sus ataudes de diseñador color rosa y entre un mar de personas arrasadas por la contrariedad de perder tan finas personas. Así pues en lágrimas derramadas, se puede decir que la "señorita" Hilton, va coleccionar más que Marcel y Pavarotti juntos. Que pena. Se acaban los héroes, ficticios y de carne hueso.

1 Comments:

Blogger TICTAC said...

si...los hacedores de sueños son verdaderos heroes...
Yo vi' una performance de Marceau hace muchisimos años y era un verdadero mago poeta, las palabras hubieran sido superfluas y casi vulgares...mientras Pavarotti con su voz les ponia alas...
ves? uno opuesto al otro, entre silencio y sonido, ambos comunicaban belleza..

un abrazo!!

7:24 a.m.

 

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