De reencuentros (o de mujeres importantes)

Me encontrè con un recuerdo. De esos que caminan y usan ropa. Un mal recuerdo de hecho. ¿Y que hace uno? ¿lo saluda a la mexicana arqueando las cejas y echando la cabeza hacia atràs? ¿o acaso como en esos paìses civilizados donde se dan hasta dos besos?.

Saludar serìa ùnicamente con el fin, de subrayar el hecho de que despuès de todo sigo por aquì, mellado a lo mejor en mis capacidades para confiar en la gente, pero eso sì, tan siquiera con unos kilos de menos.

O a lo mejor para jugarle al cìnico, porque igual y yo soy ya no un mal recuerdo, sino una mala experiencia, o hasta una mala època

Al final ni siquiera saludè, no vaya a ser que el recuerdo, al tener la capacidad del habla, se ponga a querer dar explicaciones, o peor aùn, a desenterrar memorias de aristas punzantes.

Pude ver a Karina. Y es que no la habìa visto. Le he admirado desde hace mucho, porque fuera o no con valentìa, hizo lo que tenìa que hacer, y està donde està, en argot futbolìstico, "a base de riñones". Ahora me debato entre dejar esa impresiòn en el recuerdo o comenzar una nueva, porque al parecer comienza a sacrificar ideales por cosas màs terrenales. Que no està mal, nada mal de hecho, sencillamente, la imagen de amazona moderna se empieza a desdibujar entre flores, campanas y velas.

Tambièn vi a Kikis. Ahora con la primicia de que es un hecho, por ahì en Diciembre se va a Estados Unidos. Si no fuera porque en estos tiempos sufro de un desgaste emocional muy alto, me hubiera gustado hablar con ella.

Me tranquiliza cuando menos, que las cosas hayan quedado bien.

Con Any, pues no podìa ser de otra forma, con chela en mano y desahogàndonos el uno con el otro de toda esa retorcida psicologìa que abunda en nuestras vidas. Que buena vàlvula de escape resulta para mì. Y creo que yo tambièn para ella.

Hace falta tambièn mi hermana en la casa, para que le ponga chispa al asunto. Lo bueno es que ya no tarda en llegar.

Me falta hacer tiempo para sentarme y tomar un cafè con algunas. Como es Dapnhe, saber de ella, de su teatro, de su vida y de como la trata. Comentarle que vi las indignantes escenas de como un tipo mataba cachorros electrocutàndolos.

Otras que solo puede ser vìa mail. Como es Paula, y sus siempre centrados consejos e ingeniosas conjeturas acerca de mis enamoramientos diarios. O katia (aka reina acuarela), para leerla y desear encontrarla algùn dìa en medio de una calle de àrboles secos.

Otras tantas, para simplemente saludar y sentirme instantaneamente bien, libre de cualquier pensamiento negativo y no preguntarles mucho para no quebrantar esa imagen utòpica que tengo de ellas. Luima, Daniela, Silvia (aka hada), Sonrisa distraida.

Y tambièn ¿porque no? pensar en aquellas que provocaron toda mi admiraciòn por el simple hecho de existir y haber tenido el placer de intercambiar un par de palabras con ellas. La prostituta rusa en el aparador de Amsterdam, aquella italiana afuera de la estaciòn de Fulham, la francesa de rasgos orientales en Laos, la estadounidense de descendencia mexicana que se me perdiò en un 14.

Como dijo Calamaro "Brindo por las mujeres"