Porque los pensamientos no se leen, primero se escuchan, luego se escriben, y entonces sì, se leen.

lunes, mayo 08, 2006

Solo


El insomnio me sigue acosando.
Esta vez pensè en irme bien lejos. Londres como siempre lo primero que se viene a la mente, pero jurguneando el pensamiento un poco, serìa mejor algo màs salvaje.
Unirme a algùn movimiento.
Yo que sè, uno de esos movimientos que duran toda la vida y que nadie conoce, que te llena de pequeñas satisfacciones y que probablemente ayudan a muchas personas. Una vida ardua sin nungùn lujo y desconectado totalmente de todo lo contemporaneo. Anacrònico.
Un lugar donde el sol caiga a plomo y sudes sin ninguna pena. Donde tengas que tomar un jeep y viajar por muchas horas, manejar solo por terracerias limpias y rojas. Pastisales gigantescos y amarillos.
Nada.
Perderte totalmente en algun punto del planeta, para sentirte grande, para sentirte importante, para sentirte lo suficientemente vivo como para gritar bien fuerte.
Todo.
Me gustarìa, me gustarìa mucho.
O quizà tambièn, el vivir en una playa de arena blanca y agua azul, donde los dìas sean nublados y caiga una continua lluvia que solo refresque el infernal calor que hay por arriba de las nubes. Una pelota de fut no estaria mal; patearla contra las olas, como aquella vez en Tailandia cuando tenìa todo para hacerlo, pero mi pelotita de madera se hundiò como roca en aquellas aguas asiàticas. La perfecciòn solo està en la mente.
O como dijo Himelda, "un par de perros y una casa, por ahi... perdida en una montaña".