Porque los pensamientos no se leen, primero se escuchan, luego se escriben, y entonces sì, se leen.

miércoles, mayo 03, 2006


Muchas cosas que contar.
Comenzaré por decir que llevo alrededor de 10 días durmiendo de la patada, entre pesadillas y dolores de brazo que me hicieron pensar en un posible infarto.
Hay una pesadilla que conviene resaltar.
El sueño consistía en que estaba muerto, y no en sí que me moría, sino que estaba muerto y que era conciente de ello, sin poder hacer nada más que pensar.
Pensé en mi vida. Lo bueno, lo malo, lo que debió ser diferente, lo que dejaría igual. Cuando mi corta vida pasó frente a mi pensamiento, este, se centró en la familia y amigos que había dejado. "Huy pobrecillos todavía por alli". Ya que había hecho juicios y suertes con cada uno de ellos, medité acerca de la muerte en si. Un simple estado de la mente donde, esta no tiene control del cuerpo. Cuando este pensamiento fue exprimido a más no poder, llegó el momento de una preocupación consternante. La eternidad. ¿Que diablos voy a hacer el resto de la eternidad, si ya pensé todo lo que había que pensar?. Mi pensamiento y yo, sin poder hacer otra cosa.
Cuando la idea había alcanzado niveles de pánico, llegué a la resolución de, con mi mente, tratar de mover a mi inerte cuerpo, porque tenía cuerpo, solo que estaba muerto.
Después de mucho logré moverme, resultó que fue el acabose del sueño, ya que me desperté con una nueva idea "!ah¡, siempre no estoy muerto"
En fin, un sueño que me resultó por demás interesante...
Hay que decir también algo importante. Luima que ha sido la niña de mis ojos desde hace rato, empieza a perder su lugar. Uy, esto es muy importante, en muchos niveles, que no quiero ni mencionar, porque solo me generan angustia y confusión, pero el hecho de que "deje de serlo" es algo realmente trascendente... triste a lo mejor, pero era algo inevitable.