Salì a caminar para conseguir una versiòn pirata de office y me la instalaran en la compu, cosa, que aunque caiga fuera de los terrenos de la ley, es bastante normal, sobre todo si uno piensa en las consecuencias que tendrìa mi bolsillo despuès de comprar la versiòn oroginal del programilla.

Lo que no es normal, es el lugar donde me encuentro sentado esperando a que se lleva a cabo el crimen cibernètico que estoy perpetrando.

El 'negocio', del cuàl me reservarè el nombre, està en lo que algùn dìa fue una cochera (no me sorprenderìa encontrar manchas de aceite en el suelo), y aunque està medianamente acondicionado para ser un lugar dedicado a la computaciòn, no me deja de impresionar el cerro de basura que tuve que rodear para ingresar al recinto.

Carcasas de computadoras de todas las marcas, tamaños y colores estàn desperdigadas a todo lo largo y ancho, con todos lo cables de fuera cual tripas desparramadas. Ni que decir de las herramientas aventadas sin razòn; desarmadores, discos, candados, màscaras con filtros, cinta adhesiva, cajoneras, unas gigantecas tijeras de jardinerìa (¿?), entre otras cosas.

Ahora mismo entra por la puerta un inconfundible olor a olla de carnitas con burbujeante aceite...no tengo la menor idea de donde venga ese olor ya que no hay un puesto de carnitas en al menos 3 kilometro a la redonda, es màs, ni una carnicerìa està cerca.

Despuès y un poco màs al fondo, estàn dos escritorios que tienen tambièn una cantidad inimaginable de cosas que asemejan murallas detràs de las cuales se encuentran los dueños de tan pintoresco lugar.

Las murallas, vièndolas a detalle contienen entre otras cosas, latas de cacahuates, botellas vacìas de coca-colas, cajas de pizza, tres rollos de papel de baño, cajas vacìas de impresoras y un montòn de plàsticos.

Ahì entre un rollo de papael de baño y una caja le preguntè al joven si podìa llevar a cabo lo de la instalaciòn del office. Me dijo que sì mientras levantaba toda su grasosa humanidad para recibir la computadora, y descubrir para mi sorpresa que està usando un short del tamaño de un speedo.

Nada de esto es queja, son sencillas anotaciones de lo que observo mientras espero, finalmente hacen bien su trabajo.