Porque los pensamientos no se leen, primero se escuchan, luego se escriben, y entonces sì, se leen.

domingo, agosto 01, 2010

Cuando la realidad coincide con los cuentos... o viceversa


Esta semana, depuès de haber estado rumiando la idea. Decidì que la vida està llena de coincidencia, y no como comunmente la gente exclama entre signos de admiraciòn "! que coincidencia!". La vida misma es una coicidencia, coincidiò que el esperma ganador que es usted, amigo, lector, enemigo, ìntimo, admirador (claro), desconocido, conocido, familiar, curioso, morboso, religioso, o quien quiera que lea esto, que ya no sè, haya fecundado un òvulo.

¿cuantas veces coincide que al caminar se pise sobre una junta de concreto? todas, y ¿cuantas veces coincide que no lo haga? todas tambièn.

Coincide tambièn que vayas caminando y patees una piedra sin darte cuenta, o adrede o al mejor no lo hagas, sin embargo todo coincide.

Incidencia, es algo que pasa que sucede, y me estoy aventurando a dar este significado sin siquiera buscarlo en el diccionario, y luego lleva un prefijo 'CO', que invloucra dos cosas, es decir el suceso de dos cosas es lo que hace una coincidencia.

Coincide pues que esta semana he tenido sentimientos encontrados (lo cual es una coincidencia en sì), por que deriva de una incidencia en la cuàl un sentimiento positivo y uno negativo toman por sorpresa el organismo y lo confunde, produciendo una co-incidencia.

Coincidiò tambièn que esta semana me enterè que a los chinos no los dejan tener màs que un hijo. Lo cual evidencìa mi ignorancia del tema ya que tenìa tiempo. La coincidecia decìa (ademàs del dato y mi ignorancia), es que tenìa en la libreta en la que escribo y en el tintero otra parte, un cuento que hablaba justamente de eso, una explosiòn demogràfica incontrolable, que deribaba en mantener engañada a la poblaciòn, y ofrecerles retiros y pensiones a un lugar fantàstico, al cual se llegaba mediante una càpsula 'màgica' la cual era enterrada con el individuo dentro mientras que se depedìa de la familia con alegrìa mientras la cerraban. Fèretros pues en los que enterraban a la gente viva, para matarlos obviamente, y asì controlar la demografìa de una manera 'humana'. De alguna manera el cuento habìa cambiado a un relato de ciencia ficciòn, donde en el futuro se habìa acabado la propiedad privada, y varias familias compartìan casas, y el comunismo era el ùnico gobierno permitido (y mundial) mediante el cuàl se repartìa trabajo y comida equitativamente (pero de manera angustiante no en el sentido utòpico del socialismo), y ademàs solo se perimitìa tener un solo hijo. Habìa familias entonces que al tener el segundo, lo escondìan con el riego de ser descubiertos y meterlos a las càpsulas que los llevaba a otro lado (nadie sabìa a donde pero ya se rumoraba que los estaban matando).

Me inquietò un poco descubrir que de alguna manera china esto ya existìa...

Es interesante pues pensar que si la ficciòn puede coincidir con la realidad en un mismo sentido, ¿que es lo que pasa cuando las coincidencias se dan en un sentido inverso? ¿que pasa por ejemplo cuando uno hace algo esperando cierto resultado y coincide que pasa algo totalmente distinto?. Como sacar una foto en la noche y coicidentemente el flash no funciona, dejando a la oscuridad ìntegra.